Índice
1. Introducción
Tras toda una vida al frente de un proyecto empresarial, llega un momento en que, por el transcurso natural del tiempo, el empresario toma la decisión de jubilarse. En consecuencia, se produce la transición a una nueva etapa, en la cual, bajo la premisa de la continuidad del negocio a futuro, cabría plantearse como opción interesante la venta de la compañía.
Si bien es cierto que puede producirse el relevo generacional en la empresa, delegando la gestión de la misma en los sucesores del empresario, o bien en personas de su confianza, a menudo ocurre que el empresario no tiene relevo generacional en quien delegar la gestión de la compañía, que su descendencia no tenga interés en continuar con el negocio o, simplemente, que sea el deseo del empresario transmitir su compañía a un tercero o terceros confiando en que podrán llevar la empresa al siguiente nivel, obteniendo además una rentabilidad que le permita disfrutar de forma desahogada de su merecido descanso.
En definitiva, en el presente artículo analizaremos algunos de los elementos fundamentales que deben ser valorados por el empresario al tomar la decisión de vender su compañía por jubilación.
2. Elementos fundamentales de la venta de la empresa por jubilación
I. Preparación de la operación
Resulta habitual que el objetivo principal del empresario a la hora de vender la empresa, adicionalmente a garantizar la continuidad del negocio, sea la obtención del mayor precio posible por aquello por lo que tanto ha luchado a lo largo de su trayectoria. En este sentido, y dado que el momento de la jubilación puede ser relativamente previsible, es de vital importancia llevar a cabo la preparación de la venta de la empresa, mediante, por ejemplo, la resolución de cualesquiera asuntos pendientes que pudieran existir en la compañía, el saneamiento de las deudas existentes, aumentar en la medida de lo posible la eficiencia del modelo de negocio o reestructurar la estructura organizativa y/o corporativa en caso de ser necesario. Se trata, en definitiva, de realizar una serie de actuaciones con la finalidad de situar la compañía en la posición más favorable y atractiva posible para potenciales compradores.
Dado que, en este escenario concreto de venta por jubilación, podemos proyectar con serenidad el momento aproximado de la operación, es recomendable realizar estas actuaciones previas, que nos permitirán acceder al comprador adecuado, a una valoración satisfactoria de la compañía y, en consecuencia, asegurar una posición negociadora del empresario lo más fuerte posible.
II. Determinar la relación futura del empresario con la compañía
Si bien un elemento común en la venta de la empresa por jubilación será el cese en la gestión del día a día de la compañía por el empresario, este deberá decidir si le interesa vender la totalidad de su participación en la empresa o si, por el contrario, está interesado en mantener una posición minoritaria en la misma tras la venta de una parte de sus participaciones. En este sentido, caben dos posibilidades:
- A) Venta parcial de su participación en la compañía: Puede ocurrir que, a pesar de la voluntad del empresario de retirarse de la gestión diaria de la compañía, este decida sin embargo mantener cierta participación en el accionariado de la misma. De esta forma, se produciría la venta de una parte (generalmente importante) de su participación en la empresa, obteniendo no obstante un retorno de su inversión que le permita disfrutar de forma desahogada de su nueva etapa vital. Esta opción puede resultar interesante en la medida en que el empresario decida vender a uno o varios terceros, en quienes confía para llevar la empresa al siguiente nivel, manteniendo el empresario su presencia en la misma únicamente en calidad de socio, siendo testigo del crecimiento de su empresa en las manos adecuadas y, en consecuencia, recibiendo ciertos réditos que vendrán de la mano de dicho crecimiento.
- B) Venta total de su participación en la compañía: No obstante lo anterior, puede darse la circunstancia en que el empresario decida vender la totalidad de su participación en la compañía, entendiendo por tanto que su etapa como socio y como gestor del día a día de la empresa ha terminado y buscando en consecuencia, un retiro y un descanso total. En este caso, el interés principal del empresario no estará en absoluto en el medio y largo plazo de la compañía, sino en la obtención del máximo rendimiento posible a su esfuerzo en el momento de la venta de su participación.
III. Contar con asesores experimentados
La venta de una empresa sea por el motivo que fuera, siempre es un proceso complejo tanto desde el punto de vista emocional como desde el punto de vista técnico, y es por ello que contar con el asesoramiento adecuado marca la diferencia. En caso de la venta de la empresa por jubilación, dado que el éxito de la operación determinará en gran medida el grado de tranquilidad y serenidad con la que el empresario disfrutará de su merecido descanso tras años de esfuerzo y sacrificio, será fundamental contar con asesoramiento legal experto y todo ello con la finalidad de obtener un resultado plenamente satisfactorio para el empresario en la que será, con seguridad, la operación más importante de su vida.
En LUIS BAÑOS ABOGADOS podemos ayudarle tanto a buscar el mejor comprador para su empresa, como en todos los aspectos legales de la venta de su empresa.