Los acuerdos de “phantom shares”

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Desde Abogados de Empresa queremos hablarte de las “phantom shares” (o, lo que es lo mismo, las “participaciones fantasma”): uno de los aspectos de mayor actualidad en el mundo legal-empresarial y que, sin lugar a dudas, puede aportarte información muy valiosa a la hora de gestionar una sociedad y particularmente su talento. Te recordamos que puedes contar con los mejores abogados mercantiles de Madrid.

Qué son las “phantom shares”

Las “phantom shares” son un instrumento para tratar de retener a ciertos empleados “clave” en una empresa mediante el reconocimiento de un derecho de cobro vinculado al cumplimiento de un determinado evento o hito (conocido asimismo por la palabra gatillo en inglés, esto es, “trigger”).

En efecto, por medio de las “phantom shares” se le concede a un trabajador determinado derecho económico sobre la sociedad donde presta sus servicios en forma de bonus vinculado al cumplimiento de un determinado hito o evento (que puede ser, por ejemplo, la venta de la propia empresa u otro acontecimiento como, por ejemplo, que la empresa obtenga un determinado resultado económico).

De esta forma se consigue que el trabajador se implique en el proyecto empresarial porque sabe que cuanto mejor vaya la empresa (o, lo que es lo mismo, cuanto mayor sea su valor) mayor será el bonus que obtendrá (pues el mismo se suele calcular mediante la aplicación de un porcentaje).

Imaginemos, por ejemplo, que al trabajador se le otorga un 3% de “phantom shares” vinculadas a la venta de la compañía. Eso significa que, cuando tenga lugar el “trigger” (en nuestro ejemplo, la venta de la compañía), a ese trabajador se le retribuirá con la cantidad equivalente al precio que percibiría en caso de que fuera titular del 3% del capital social y procediera a la venta de sus participaciones. Por ejemplo, si la compañía se vendiera por 10.000.000 € y el capital social estuviera dividido en 5.000 participaciones sociales, el trabajador percibiría la cantidad equivalente al precio que recibiría en caso de que fuera titular de 150 participaciones sociales, es decir, percibiría 300.000 € (10.000.000/5.000 = 2.000 euros por participación. 3% de 5.000 = 150 participaciones. 150 participaciones x 2.000 euros por participación = 300.000 €).

Acuerdo Phantom Shares

Características de las “phantom shares”

1.- Una fórmula especialmente indicada para start ups

Por todo lo dicho, las “phantom shares” son una fórmula especialmente interesante para las start ups o compañías emprendedoras. Efectivamente, durante los primeros años de vida de una empresa, cuando, como es lógico, la misma seguramente no pueda pagar grandes sueldos a sus empleados, se les puede retener mediante el reconocimiento de este tipo de derechos económicos (pues así se les incentivará para que hagan sus mejores esfuerzos para que la compañía valga más).

2.- No es equity

Otra de las grandes ventajas de las “phantom shares” es que mediante las mismas el trabajador no se convierte en socio de la compañía. De esta forma, no adquiere derechos políticos, los socios no ven diluido su porcentaje de participación en el capital social y se evita una excesiva atomización del capital de la sociedad (con los problemas de gestión que ello representa).

3.- Autonomía de la voluntad limitada

Es cierto que existe libertad entre las partes a la hora de configurar las “phantom shares”, pudiendo establecerse las condiciones que las partes libremente determinen. Por ejemplo, es frecuente que se pacte que el trabajador pierda el derecho a percibir las “phantom shares” en caso de despido o que, en función del momento en el que se produzca su salida de la empresa, tenga derecho a percibir uno u otro porcentaje.

No obstante lo anterior, hay que tener cuidado a la hora de llegar a este tipo de acuerdos, pues en caso de litigio y si hay un desequilibrio importante entre las partes, es probable que el Juez aprecie un abuso por parte de la empresa y aplique una interpretación correctora. Imaginemos, por ejemplo, que el “trigger” es la venta de la empresa y que se ha incluido una cláusula por la que se establece que el trabajador pierde las “phantom shares” en caso de despido. En nuestro ejemplo, imaginemos que el trabajador tiene una cierta antigüedad en la empresa, que se le despide el día 30 de marzo y que la empresa se vende al día siguiente, el día 31 de marzo. En este caso, es probable que, en caso de litigio, el Juez condene a la empresa a pagar al trabajador las “phantom shares” que habría devengado en caso de no existir dicha cláusula.

Conclusión

Como hemos expuesto, las “phantom shares” son un instrumento muy útil a la hora de retener e incentivar a ciertos empleados “clave”, especialmente durante los primeros años de vida de una compañía. No obstante, siendo la casuística de las empresas muy variada y los acuerdos de “phantom shares” una fórmula contractual relativamente novedosa y compleja, a la hora de redactar un acuerdo de “phantom shares” siempre es recomendable contar con abogados especialistas que puedan ayudarte a redactar sus términos de la mejor forma posible conforme a tus propios intereses, en ese sentido, nosotros somos abogados especialistas en start-up y empresas. De cualquier manera, te aconsejamos contar con nuestro asesoramiento profesional para saber más sobre cómo elaborar este tipo de documentos.

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